Corazón de tiza : Psicólogo sin diván II

Esta es la segunda parte de la entrevista a nuestro psicólogo sin diván 

  

Con los alumnos, los orientadores nos presentamos como un profesor más, que va a trabajar con ellos, y que intentamos escuchar y dar opiniones sobre sus preocupaciones.

¿Cómo definirías la relación que mantienes con familiares y con los propios alumnos?

 Es un aspecto que trabajamos mucho desde el equipo de orientación y lo primero que 

hacemos es establecer un vínculo y un compromiso con las familias. En la mayoría de los casos es muy positivo
porque las familias se implican y aceptan nuestro asesoramiento, y en los otros casos, tenemos que trabajar más para que seamos aceptados y nos vean como mediadores positivos, como un elemento más de la escuela. 

Con los alumnos, los orientadores nos presentamos como un profesor más, que va a trabajar con ellos, y que intentamos escuchar y dar opiniones sobre sus preocupaciones. Los niños aceptan muy bien trabajar con nosotros fuera del aula, o que estemos trabajando con ellos junto con sus tutores.

¿Cuál es tu relación con las familias?

Como  he comentado tenemos una intervención con todas las familias a través de las reuniones de formación a padres, que son planificadas por grupos de edad, normalmente ajustándonos a los ciclos educativos de infantil y primaria. Además, entre nuestras funciones está el asesoramiento a las familias de los niños con necesidades educativas, a las que vemos con frecuencia para informar y recabar datos del progreso en sus casas. Con otras familias tenemos un asesoramiento puntual por demandas de información o formación, o seguimiento de casos.

¿Cuál es le grado de participación de las familias en las actividades del centro y de la clase?

Creo que es uno de los aspectos en los que más se ha progresado. Una gran parte de las familias quieren saber, cada vez más, que se hace en la escuela y cómo pueden participar. Ya no sólo en las actividades de final de curso o trimestre, sino en actividades dentro del aula. También vemos que se preocupan día a día por lo que se pide desde la escuela. Esto no quita que haya familias menos colaboradoras o que tengan una visión menos positiva de la escuela y los profesores.    

¿Qué recomendaciones ofreces a los familiares para que apoyen el aprendizaje de sus hijos?

Por nuestra manera de intervenir, es decir, desde el asesoramiento, siempre aconsejamos

sobre los hábitos de estudio desde edades tempranas. Es fundamental acompañar todos los días en las tareas y progresivamente dejarles autonomía. También les damos orientaciones sobre técnicas para estudiar cuando el nivel de exigencia aumenta.

En los casos específicos aportamos orientaciones concretas según el diagnóstico que se haya realizado de las necesidades educativas de cada niño.

¿Qué opinas sobre lo que es necesario lograr en la relación familia - escuela?

Lo fundamental es una relación de confianza y de colaboración, los dos necesitamos mutuamente con el objetivo de lograr lo mejor para sus hijos – nuestros alumnos. El Centro de la relación es el niño y tenemos que trabajar conjuntamente; nuestras reuniones quieren ser constructivas, nunca para quejarnos de las actuaciones de las familias; nos proponemos ir directos a comportamientos o hábitos que deben cambiar, a expresar cómo nos sentimos cada una de las partes y a proponernos mejoras a corto plazo.